Proceso básico en el laboratorio digital

Aunque los programas de edición y retoque fotográfico nos ofrecen multitud de opciones, hay unas pocas que son las que, normalmente, hay que aplicar a todas las fotografías. Aplicarlas, o, al menos, comprobar si necesitan un ajuste, o no.



Arriba: Antes del ajuste.
Debajo: Después del ajuste.




En general, el proceso básico, sería este:


  1. Ajuste de la exposición.
  2. Ajuste del color.
  3. Recorte y redimensionamiento
  4. Enfoque.
Nota: Las herramientas que nombramos a continuación son las más habituales, y puede ser que no se encuentren en todos los programas de edición de fotografías, o que reciban otros nombres, pero , en general, podemos disponer de ellas en casi todos los programas, o de otras muy similares.

Ajuste de la exposición

Frecuentemente, las modernas cámaras realizan las fotografías con una toma muy acertada, pero, no obstante, eso no quiere decir que siempre lo hagan, ya que existen muchas situaciones en que las condiciones reinantes engañan a los sensores de la cámara. Otras veces, aunque la fotografía presente una exposición técnicamente correcta, puede estar muy alejada de lo que nosotros pretendemos conseguir,

De esta manera, podemos proceder a ajustar la exposición de diferentes maneras:

La herramienta Niveles es una de las más útiles y versátiles,
ya que permite corregir tanto  la exposición como el color.
  • Con niveles. Es la opción más sencilla y muy eficaz , a la vez.
  • Con curvas. Es similar a los niveles, pero con más opciones.
  • Con ajustes de sombras-iluminaciones. Ideal para fotografías con mucho contraste, para realzar las zonas oscuras son quemar las zonas de luces, y a la inversa.
  • Con brillo-contraste. La opción menos aconsejable, ya que actúa de manera lineal en toda la fotografía.

Ajuste del color

Respecto al color, ocurre lo mismo que con la exposición, Puede ser que el color sea el correcto, o no. O que sea el correcto, pero que nosotros queramos crear algún efecto determinado variando el color.

Para corregir el color, también hay algunas herramientas específicas.

Tono/saturación es muy útil en la corrección del color.
  • Tono-saturación.
  • Eliminar tinte de color. Algunos programas, como Photoshop Elements disponen de esta herramienta específica, muy útil en muchos casos.
  • Niveles. Utilizando los cuentagotas se pueden hacer correcciones de color.
  • Equilibrio de color. Es una herramienta con, habitualmente, tres deslizadores que aumentan o disminuyen la cantidad de determinados colores.
  • Variaciones de color. Muy similar al anterior, pero de manera más visual, en base a miniaturas que muestran la imagen en diferentes versiones.
  • Balance de blancos. Aunque, en principio, el ajuste de balance de blancos se podía ajustar sólo, en los archivos RAW, cada vez son más los programas que permiten realizar ese tipo de ajustes en fotografías en JPEG. Eso sí, los resultados pueden no ser tan satisfactorios como si trabajáramos en RAW.

Recorte y redimiensionamiento

Una vez hemos ajustado el la exposición y el color, procedemos recortar y a redimensionar la imagen.

El recorte es necesario si el destino final de la imagen no tiene un formato igual al de nuestro archivo. Es decir, si la vamos a imprimir en papel, por ejemplo, a 10 x 15 (formato 3:2), y nuestra cámara hace las fotografías en formato 4:3, a la hora del revelado, inevitablemente, o bien habrá que recortarla, o, bien, dejar bordes blancos. Antes de que sea una máquina la que elimine una parte de nuestra imagen, lo mejor es recortarla nosotros de la manera más adecuada, y llevarla ya preparada al laboratorio.

Respecto al redimensionamiento, si es una imagen que se va a llevar al laboratorio en un disco, por ejemplo, puede no ser necesario cambiarle el tamaño, pero, si vamos a enviarla a revelar a través de intenet, por ejemplo, puede ser interesante reducir los 12 o 16 Mp originales de nuestra imagen a los 2 o 3 que pueden ser más que suficientes para obtener la mejor calidad en papel. De esta manera, puede ser, que, si enviamos 100 fotografías, nos ahorremos mucho tiempo de envío. Recordemos que las máquinas de revelado imprimen, habitualmente, a una resolución de 300 ppp, y, aunque s emande más información, no se aprovecha. A modo de ejemplo, diremos que una fotografía de 2 Mp se imprime a 10 x 15  a 300 ppp; y, una de 15 x 20 necesita 4,2 Mp, no más que eso.
Si el destino de nuestras fotografías en Internet, reducimos las imágenes a las medidas que consideremos adecuadas, pero, habitualmente, se usan valores pequeños, del orden de no más de 1.000 px de ancho, o mucho menos, en función de dónde y cómo se presenten.

Máscara de enfoque

La máscara de enfoque es un proceso destructivo, de manera que conviene que sea lo último que se hace, ya que, si se hace antes, nos encontraremos con una imagen deteriorada a la hora de hacer los ajustes de exposición o color.

La razón de hacerlo después del redimensionamiento es que la cantidad de máscara de enfoque va directamente relacionada con el tamaño de la imagen. A más tamaño de imagen, máscara más intensa, y, a la inversa.


Ajustes por zonas

Es muy probable que no toda nuestra fotografía necesite ajustes, o bien que una parte necesite ajuste de color, otra, de exposición, otra de enfoque, etc. Cómo conseguir esto de manera fácil, está explicado aquí.



Consideraciones importantes

Capas de ajuste
  • Desde luego, no todas las imágenes necesitan todos estos pasos. Algunas no necesitarán ninguno de ellos, y otras, alguno o todos. Depende del criterio de cada uno.
  • Es muy importante conservar la imagen original, tal como sale de la cámara.
  • Muchas de las herramientas que hemos nombrado, se pueden usar en modo capa de ajuste, lo cual facilita mucho el trabajo con ellas, y, sobre todo, las pruebas y rectificaciones.
  • Antes de proceder al redimensionamiento, especialmente en fotografías importantes o en aquéllos casos en que creamos que podemos necesitar otras versiones, conviene guardar una copia en el formato nativo del programa que usemos, conservando capas, selecciones, máscaras, etc.
  • En el caso de los archivos en formato RAW, existen programas muy completos que permiten hacer estos ajustes en el mismo archivo en bruto, incluso por zonas. Ejemplos de estos programas son Aperture (Apple) Light Room (Adobe) o After Shoot (Corel).
  • Existen otras herramientas muy útiles, como los pinceles de exposición, de enfoque, de saturación, etc, que conviene usarlos, siempre, antes de redimensionar.
  • En caso de necesitar clonar alguna zona de la imagen,  se puede hacer antes o después ajustar la exposición y el color, pero antes de redimensionar y de ajustar el enfoque.

ARTÍCULOS MÁS LEÍDOS