La cámara pasa por ser una de las compactas de alto nivel, y, a fe que lo es. Queda muy lejos de esas cámaras de bolsillo con la que se obtienen recuerdos con una calidad entre mediocre y mala. Esta es de las buenas. De las muy buenas.
La sensación es de una cámara muy bien construida y muy sólida. Dispone de todos los controles que un fotógrafo pueda necesitar, y hasta de algunas opciones más, como el flash por control remoto (se necesita una flash de Olympus con esa opción, como el FL36R, por ejemplo).
A bote pronto, el gran fallo es la carencia de visor, y la gran tomadura de pelo, que lo vendan, externo, por unos 200 €. Este detalle no deja en buen lugar a la marca. Pero bueno, salvando eso, y lo digo yo, que no soy demasiado aficionado a hacer fotos con la pantallota trasera, diré que, al ser esa pantalla articulable (aunque mejor si lo fuera más), la cámara me ha resultado más cómoda de lo que pensaba, y, además, se comporta bien en cuanto a visibilidad, incluso a pleno sol. Eso sí, la pantalla no resulta muy fácil de sacar de su guarida, pero vaya, se maneja sin mayores problemas.
Gran acierto la doble función del anillo del objetivo. A su lado hay una palanca que, en una posición, convierte en el anillo en el sistema de enfoque manual, que, por cierto, funciona a las mil maravillas, gracias a la gran calidad del panel visualizador (lo llamo así para no volver a decir "pantalla"), y, en la otra posición , hace que el nombrado anillo sirva para variar parámetros, como diafragma, velocidad, etc. En esta modalidad, se mueve de tope en tope, con bastante facilidad. Me ha resultado sumamente cómodo.
La palanca incluye un botón FN, que sirve para avanzar por un menú de funciones (muy numerosas, por cierto).
El objetivo es una de las grandes bazas de esta cámara, tanto por su luminosidad como por su calidad. Dispone de f:1.8 en su posición angular (equivalente a 28 mm) y de f:2.5 en la posición de teleobjetivo (equivalente a 112 mm). Aunque no es la lente más luminosa de entre las cámaras de su especie, no por ello dejan de ser unos valores muy buenos.
La rapidez de enfoque es alta, sin ser exagerada, pero muy aceptable.
Para fotografía macro, el objetivo permite mucho acercamiento en modo normal (entre 5 y 20 cm, en función de la posición del zoom). Aparte, dispone de un modo supermacro, que permite acercarse hasta 1 cm, en posición angular. Aquí, otro de los pocos defectos, o cosas a mejorar, de la cámara. En posición supermacro, no funciona el zoom (fallo menor, creo) ni el flash (fallo garrafal). Precisamente, cuando uno se acerca tanto al sujeto, suele tapar la luz, y se hace necesario el flash, no el incorporado, precisamente, ya que no iluminará bien el objeto, sino el externo, que podría funcionar de manera remota y se podría orientar de manera adecuada. Opino que este asunto le resta bastante poder al modo supermacro.
Hay que tener en cuenta que, aunque dispone de abertura 1:8, en macro puede no ser muy útil por la minúscula profundidad de campo que proporciona.
Respecto al ruido, esta cámara es una grata sorpresa. Lejos quedan los tiempos en que todo el mundo hablaba de Olympus como la marca más ruidosa. Realmente, se comporta muy bien hasta 800 y 1.600 ISO. A partir de 3.200 la cosa empeora notablemente, y, aunque llega a 12.800, son valores más bien simbólicos.
En cuanto a velocidad de obturación, llega desde 1/2.000 hasta 60 segundos, y dispone de un modo de exposición de hasta 16 minutos (un acierto).
Como complemento, incorpora un filtro de densidad neutra, que facilita el uso de aperturas amplias incluso con bastante luz, con la finalidad de poder usar el efecto de desenfoque del f:1.8 a pleno día.
Como ya es habitual en Olympus, lleva su estabilizador, de tres tipos (total, horizontal y vertical). La resolución es de 12 Mp.
Como ayudas al fotógrafo, dispone de histograma en tiempo real y de un fácil sistema para cambiar el punto de enfoque.
Permite grabar en JPG y en RAW, otro acierto notable. El funcionamiento de la cámara es rápido y fluido. Lleva el mismo procesador que la cámara más cotizada de la marca, la OM-D.
Aparte, lleva innumerables modos de escena y de efectos variopintos, algunos de los cuales están muy bien conseguidos.
En definitiva, me ha parecido una cámara cómoda y de muy alta calidad, con la que se puede disfrutar mucho haciendo fotografías y obtener resultados excelentes. Partiendo de unas características similares a otros modelos de compactas de alto nivel, opino que el disponer de pantalla móvil es una ventaja
muy notable, dada la carencia generalizada de visor.
Dejamos aquí algunos ejemplos.
Foto nocturna. ISO 1600, f:2, velocidad 1/13. Con estabilizador, y modo RAW.
A pleno día, a la sombra. ISO 100, f:7.1, v 1/25. Modo RAW.
ISO 100, f 2.5, zoom en posición teleobjetivo. Fotografía para apreciar el efecto de desenfoque. Aunque en posición angular dispone de f:1.8, el efecto de desenfoque es muy similar al mostrado aquí, debido a la combinación de diafragma/longitud focal.
Fotografía nocturna, de la corteza de un árbol. ISO 1.600, f:2.4, 1/30. Se puede apreciar la gran calidad de imagen, y además, a pesar de contar sólo con la iluminación artificial de la calle, que crea unos tonos muy anaranjados, el uso del formato RAW permita obtener un color muy adecuado.
Otra imagen nocturna. ISO 800, f:1.8, 1/40. Otro asunto es lo bien que funciona el balance de blancos pesonalizado, y lo fácil que es de utilizar. El color de esta imagen se obtuvo usando la medición de balance de blancos, midiendo sobre la corteza del árbol.
Otro ejemplo nocturno más. ISO 1.250. f:2.5, 1/20.
A pleno día.ISO 200, f:4.5, 1/13.
Dispone de un zoom digital x2. La verdad es que funciona mucho mejor de lo que cabría esperar, ya que no hace perder calidad a la fotografía. Eso sí, lógicamente, ya que se trata de un proceso posterior ala toma de la imagen, sólo sirve para formato JPEG. Si tomamos la imagen en JPEG+RAW, la imagen en RAW sale sin el zoom digital.
Otra toma con el zoom digital.
A continuación, tres de los efectos especiales. Aunque sólo se aplican al JPEG, se puede tomar la imagen, simultáneamente, en RAW, para procesarla, después, al gusto de cada cuál.
Efecto tono dramático en blanco y negro.
Efecto tono dramático en color.
Efecto blanco y negro antiguo.
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