Aunque es muy necesario conocer todas la cualidades de la cámara que utilizamos, quizá, más trascendente todavía, sea conocer sus limitaciones: es decir todo aquello que los fabricantes se abstienen de decirnos sobre ella. Es la mejor manera de sacarle el máximo partido. Todas las cámaras, por buenas y caras que sean, tienen unos límites: unas tiene más ruido; otras, el zoom más limitado; otras, tienen una lente poco luminosa; otras, son muy pesadas y voluminosas... En fin ninguna de ellas es completa.
Conociendo las limitaciones de nuestra máquina, podremos evitar meternos, con ella, en terrenos de donde difícilmente saldremos airosos. Hemos de reconocer sus carencias y adaptarnos a ellas de la mejor manera posible, y, así, podremos disfrutar de todas sus cualidades.
Aplicado a nuestra FZ200, podemos reseñar lo siguiente:
Ya sabemos que es una cámara repleta de buenas cualidades, en cantidad y calidad muy notorias. Sin embargo, no puede con todo. Veamos dónde le podemos encontrar puntos flacos.
La mayor parte sus problemas vienen dados por el sensor. Desde luego, ya ha demostrado que es capaz de ofrecer unas imágenes de calidad muy notable, pero,dadas sus características de tamaño, es inherente a él un marcada producción de ruido en determinadas condiciones.
Ruido
Los sensores pequeños, como este, sufren en condiciones de luz escasa. Aunque ha mejorado bastante respecto a sus predecesores, lo ideal es tomar las fotos a ISO 100 (el más bajo disponible). A partir de aquí, a medida que lo subamos, iremos perdiendo calidad de manera visible. Cuánta calidad perdemos, depende mucho de las condiciones de luz de la toma, pero hay que ser muy conscientes de esa pérdida de calidad. Desde luego, a ISO 800, la pérdida es muy notable, y no digamos a ISO 1600 o 3200. Eso no quiere decir que las fotos no sirvan, ni mucho menos. Incluso, podemos obtener buenas tomas a ISO 800 o 1600, pero hay que intentar usar siempre el ISO más bajo que podamos. De todas maneras, claro está, a veces valdrá más la pena subir el ISO que arriesgarnos a una fotografía movida. Y, evidentemente, cómo presentemos la fotografía determinará mucho cual es la sensación , en cuanto a calidad, que nos producirá: no es lo mismo colocarla en un blog a 800x600 px que imprimirla a 30x40 cm. en papel. Resumiendo: seamos conscientes de que la FZ200 no es una de esas cámaras que presumen de carecer de ruido a ISOS muy altos. No es el caso. Tenemos ruido. Es lo que hay. Bien, y, ahora que sabemos que nuestra cámara es ruido, ¿qué podemos hacer?. Pues varias cosas. De salida, cuenta con una gran ventaja respecto a otras cámaras: la luminosidad de su objetivo. El tener un 2:8 constante nos permite utilizar ISOS bajos donde la mayoría de cámaras han de subir mucho más. La verdad es que esa luminosidad de la lente resulta decisiva en multitud de ocasiones.
De todas formas, a veces, la luz es demasiado escasa. Por ello, nos hemos de acostumbrar a tener a mano un trípode. Lo ideal es un buen trípode grande y fuerte, pero, como, además de caros, son incómodos, nos puede ayudar mucho un trípode pequeño que nos quepa en la bolsa donde llevamos la cámara, incluso un tipo gorillapod. El trípode nos permitirá disparar a ISO 100 con muy poca luz y obtener resultados excelentes. Eso sí, con disparador automático, para evitar vibraciones en el momento de disparar. Podemos usar la opción de 2 segundos, para ahorrar tiempo.
Y, si hay poca luz, y no hay trípode, ni lugar donde apoyar la cámara, pues toca subir el ISO. Siempre, lo mínimo imprescindible. Recordemos usar el estabilizador, que nos permitirá usar velocidades más bajas.
Recortes
Es muy frecuente, entre los fotógrafos aficionados, encuadrar mal y pensar: ya recortaré la fotos en el ordenador. Buen error éste, ya que, desde el momento en que recortamos, estamos reduciendo la resolución de la imagen, y, por lo tanto, para obtener el mismo tamaño de imagen final, hemos de agrandar más los píxeles, incluidos los del ruido. Es decir: recortar equivale a ruido más visible.
La FZ 200 dispone de un zoom increíblemente versátil, que nos permite encuadrar casi cualquier tema. Por ello, intentemos encuadrar lo mejor posible y tratar de evitar los recortes. Sólo tendremos que recurrir a recortar una imagen si el teleobjetivo, a pesar de lo mucho que pude acercar, no es suficiente. Entonces, no quedará más remedio. Pero recordemos: perderemos calidad de imagen.
La cámara dispone de un zoom inteligente, según le llama el fabricante, que convierte el zoom en uno de 1.200 mm. Podemos usarlo, con precaución, ya que la verdad, es que conserva bastante bien la imagen, pero, en este caso, sí nos hemos de abstener de recortarla, pues la pérdida de calidad será más que notable. Y, el zoom digital, mejor ni probarlo.
Rango dinámico
Esta cámara tiende a sobreexponer las luces. Por ello, recomendamos tomar las fotografías con una ligera compensación de la exposición negativa. De esa manera, conseguiremos fotografías sin zonas quemadas. Siempre, vigilando de no ennegrecer demasiado las sombras.
Modos de escena
Aunque la mayoría de fotógrafos mínimamente avanzados no saben ni qué es eso, entre los numerosos modos de escena de la FZ200, hay un par que pueden ser utilidad: el modo panorámico y el modo HDR. Pero cuidado: el modo panorámico no usa toda la resolución de la cámara, es decir, las imágenes salen a mucha menos resolución que una foto normal. Y, el modo HDR a veces, provoca zonas poco claras y, a menudo, no resuelve bien los grandes contrastes. En ambos casos, recomendamos disparar en modo normal, y después hacer el montaje pertinente en el ordenador.
Conclusión
En definitiva, la FZ200 nos permitirá salir airosos de casi cualquier situación, pero, si hemos de trabajar en situaciones de poca luz, hay que extremas las precauciones. Digamos que, básicamente, hay un tipo de situación que no podrá afrontar con garantías: objetos en movimiento con poca luz. Eso se da, por decir algo, si queremos fotografiar un espectáculo de ballet en semipenumbra. La combinación de ISOS muy altos y velocidades altas no nos permitirá obtener resultados excelentes. Para esas situaciones se necesita un equipamiento que multiplica varias veces el precio de nuestra FZ200. A cambio, disponemos de un equipo asequible, sumamente portátil y con un montón de buenas cualidades que lo podremos llevar siempre con nosotros, y, por ende, hacer muchas fotos que, con otra cámara, seguramente perderíamos, simplemente, porque no la llevamos. Y, casi siempre, obtendremos una excelente calidad.
Pensemos en alguien se compra una guitarra y quiere que suene como un piano. Se sentirá decepcionado. Pero, si la acepta como lo que es, tiene la diversión asegurada.
Conociendo las limitaciones de nuestra máquina, podremos evitar meternos, con ella, en terrenos de donde difícilmente saldremos airosos. Hemos de reconocer sus carencias y adaptarnos a ellas de la mejor manera posible, y, así, podremos disfrutar de todas sus cualidades.
Aplicado a nuestra FZ200, podemos reseñar lo siguiente:
Ya sabemos que es una cámara repleta de buenas cualidades, en cantidad y calidad muy notorias. Sin embargo, no puede con todo. Veamos dónde le podemos encontrar puntos flacos.
La mayor parte sus problemas vienen dados por el sensor. Desde luego, ya ha demostrado que es capaz de ofrecer unas imágenes de calidad muy notable, pero,dadas sus características de tamaño, es inherente a él un marcada producción de ruido en determinadas condiciones.
Ruido
Los sensores pequeños, como este, sufren en condiciones de luz escasa. Aunque ha mejorado bastante respecto a sus predecesores, lo ideal es tomar las fotos a ISO 100 (el más bajo disponible). A partir de aquí, a medida que lo subamos, iremos perdiendo calidad de manera visible. Cuánta calidad perdemos, depende mucho de las condiciones de luz de la toma, pero hay que ser muy conscientes de esa pérdida de calidad. Desde luego, a ISO 800, la pérdida es muy notable, y no digamos a ISO 1600 o 3200. Eso no quiere decir que las fotos no sirvan, ni mucho menos. Incluso, podemos obtener buenas tomas a ISO 800 o 1600, pero hay que intentar usar siempre el ISO más bajo que podamos. De todas maneras, claro está, a veces valdrá más la pena subir el ISO que arriesgarnos a una fotografía movida. Y, evidentemente, cómo presentemos la fotografía determinará mucho cual es la sensación , en cuanto a calidad, que nos producirá: no es lo mismo colocarla en un blog a 800x600 px que imprimirla a 30x40 cm. en papel. Resumiendo: seamos conscientes de que la FZ200 no es una de esas cámaras que presumen de carecer de ruido a ISOS muy altos. No es el caso. Tenemos ruido. Es lo que hay. Bien, y, ahora que sabemos que nuestra cámara es ruido, ¿qué podemos hacer?. Pues varias cosas. De salida, cuenta con una gran ventaja respecto a otras cámaras: la luminosidad de su objetivo. El tener un 2:8 constante nos permite utilizar ISOS bajos donde la mayoría de cámaras han de subir mucho más. La verdad es que esa luminosidad de la lente resulta decisiva en multitud de ocasiones.
De todas formas, a veces, la luz es demasiado escasa. Por ello, nos hemos de acostumbrar a tener a mano un trípode. Lo ideal es un buen trípode grande y fuerte, pero, como, además de caros, son incómodos, nos puede ayudar mucho un trípode pequeño que nos quepa en la bolsa donde llevamos la cámara, incluso un tipo gorillapod. El trípode nos permitirá disparar a ISO 100 con muy poca luz y obtener resultados excelentes. Eso sí, con disparador automático, para evitar vibraciones en el momento de disparar. Podemos usar la opción de 2 segundos, para ahorrar tiempo.
Y, si hay poca luz, y no hay trípode, ni lugar donde apoyar la cámara, pues toca subir el ISO. Siempre, lo mínimo imprescindible. Recordemos usar el estabilizador, que nos permitirá usar velocidades más bajas.
Recortes
Es muy frecuente, entre los fotógrafos aficionados, encuadrar mal y pensar: ya recortaré la fotos en el ordenador. Buen error éste, ya que, desde el momento en que recortamos, estamos reduciendo la resolución de la imagen, y, por lo tanto, para obtener el mismo tamaño de imagen final, hemos de agrandar más los píxeles, incluidos los del ruido. Es decir: recortar equivale a ruido más visible.
La FZ 200 dispone de un zoom increíblemente versátil, que nos permite encuadrar casi cualquier tema. Por ello, intentemos encuadrar lo mejor posible y tratar de evitar los recortes. Sólo tendremos que recurrir a recortar una imagen si el teleobjetivo, a pesar de lo mucho que pude acercar, no es suficiente. Entonces, no quedará más remedio. Pero recordemos: perderemos calidad de imagen.
La cámara dispone de un zoom inteligente, según le llama el fabricante, que convierte el zoom en uno de 1.200 mm. Podemos usarlo, con precaución, ya que la verdad, es que conserva bastante bien la imagen, pero, en este caso, sí nos hemos de abstener de recortarla, pues la pérdida de calidad será más que notable. Y, el zoom digital, mejor ni probarlo.
Rango dinámico
Esta cámara tiende a sobreexponer las luces. Por ello, recomendamos tomar las fotografías con una ligera compensación de la exposición negativa. De esa manera, conseguiremos fotografías sin zonas quemadas. Siempre, vigilando de no ennegrecer demasiado las sombras.
Modos de escena
Aunque la mayoría de fotógrafos mínimamente avanzados no saben ni qué es eso, entre los numerosos modos de escena de la FZ200, hay un par que pueden ser utilidad: el modo panorámico y el modo HDR. Pero cuidado: el modo panorámico no usa toda la resolución de la cámara, es decir, las imágenes salen a mucha menos resolución que una foto normal. Y, el modo HDR a veces, provoca zonas poco claras y, a menudo, no resuelve bien los grandes contrastes. En ambos casos, recomendamos disparar en modo normal, y después hacer el montaje pertinente en el ordenador.
Conclusión
En definitiva, la FZ200 nos permitirá salir airosos de casi cualquier situación, pero, si hemos de trabajar en situaciones de poca luz, hay que extremas las precauciones. Digamos que, básicamente, hay un tipo de situación que no podrá afrontar con garantías: objetos en movimiento con poca luz. Eso se da, por decir algo, si queremos fotografiar un espectáculo de ballet en semipenumbra. La combinación de ISOS muy altos y velocidades altas no nos permitirá obtener resultados excelentes. Para esas situaciones se necesita un equipamiento que multiplica varias veces el precio de nuestra FZ200. A cambio, disponemos de un equipo asequible, sumamente portátil y con un montón de buenas cualidades que lo podremos llevar siempre con nosotros, y, por ende, hacer muchas fotos que, con otra cámara, seguramente perderíamos, simplemente, porque no la llevamos. Y, casi siempre, obtendremos una excelente calidad.
Pensemos en alguien se compra una guitarra y quiere que suene como un piano. Se sentirá decepcionado. Pero, si la acepta como lo que es, tiene la diversión asegurada.
Tags
Lumix FZ200