Olympus XZ-10. Una cámara compacta que lo incluye todo.

La Olympus XZ-10 es una cámara que reúne una serie tan larga de buenas características que llama la atención.
Cuando se la ve en el expositor de la tienda parece una compacta más de las habituales automáticas, pero, cuando empiezas a ver todo lo que hace, está claro que no es una más. Se trata de una cámara pequeña, que cabe, perfectamente, en un bolsillo, pero que hace, prácticamente, de todo.




Sus principales capacidades son:

  • Zoom óptico X5 (equivalente a 26-130 mm.), con una luminosidad extraodinaria: F.1.8-2:7.
  • Modos automático y P,A,S,M, además de las habituales opciones de escenas y numerosos filtros.
  • Grabación en JPEG y en RAW.
  • Estabilizador.
  • Horquillado.
  • Filtro ND incorporado.
  • ISO 100-6.400.
  • Disparador automático de 2 y de 10".
  • Velocidad de obturación de 1/2000 a 30".
  • Opción de personalizar el balance de blancos, además de los habituales preajustes.
  • Varios modos de imagen (natural, vívido, monocromo...), ajustables por el usuario (realmente, se notan las variaciones que se hacen).
  • Flash incorporado y control de flash inalámbrico (con un flash Olympus que ofezca esa posibilidad).
  • 12 Mp.
  • Grabación de video FHD con sonido estéreo.
  • Grabación de mensajes de voz.
  • Histograma.
  • Compatibilidad con tarjetas Eye-Fi.
En fin, ya vemos que, para una cámara de su tamaño y precio (200 €), es completísima.

Cómo se trabaja con ella.

Es una cámara muy agradable para salir con ella a hacer fotografías. Es muy pequeña, ligera y muy manejable. Ofrece muchas opciones para personalizar los menúes. Los botones son pequeños, pero muy fáciles de accionar. Incluso, lleva una rueda en el objetivo que sirve para cambiar numerosos parámetros, que resulta muy cómoda.
El funcionamiento es sumamente fluido, con un enfoque muy rápido, al igual que el disparo.
El hecho de poder grabar en RAW nos libera de preocupaciones a nivel de exposición o de balance de blancos, ya que, siempre, podremos ajustar muy bien la imagen en el ordenador.

Gracias a su gran luminosidad puede afrontar casi cualquier situación con muchas garantías de éxito.

Eso sí: una advertencia: Su f:1:8 no nos sirve, especialmente, para obtener planos desenfocados, tal como anuncia su fabricante. Hay que tener en cuenta que las cámaras de sensor pequeño tienen una gran profundidad de campo, y, mucho más, en la posición angular, que es donde se consigue ese diafragma tan abierto. Hay que olvidarse de hacer un retrato  y conseguir un fondo desenfocado. Ese desenfoque se puede conseguir separando mucho el sujeto del fondo, y usando el zoom en posición teleobjetivo. Pero no es gracias al 1:8, sino a la separación de planos, es decir, más o menos lo que conseguiríamos con cualquier otra cámara de este estilo.

Lo único que se le echa a faltar es la pantalla móvil (que no lo es), aunque claro, esa es una cualidad de su hermana mayor la XZ-2, algo más cara.

En definitiva, se trata de una cámara muy asequible, muy propicia para llevarla siempre encima.

Para ver cómo son sus imágenes, dejamos aquí algunas muestras, sin ningún ajuste, tal como salieron de la cámara, y algunos archivos RAW. Cada cual que saque sus conclusiones.

Descargar archivos RAW.

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