Tarde de lluvia con la FZ200.

Si llueve, déjalo todo y sal a hacer fotos a la calle. Cuando llueve, todo cambia. Parece que estemos en un sitio nuevo, desconocido, en el que encontramos motivos fotográficos por doquier.

La Lumix FZ200 vuelve a demostrar sus cualidades en una tarde de lluvia. Aunque es el mes de julio, se trata de un día muy oscuro, y, siendo, ya, más de las 8 de la tarde, la luz escasea bastante.

La primera consecuencia de ello es que, a pesar de poder usar el diafragma 2:8 de la cámara, conviene subir el ISO. La mayoría de estas fotografías están tomadas a ISO 400 u 800. Desde luego, tenemos activado el estabilizador, que ayuda bastante en situaciones de baja velocidad.

La FZ200 no es estanca, es decir, le puede entrar agua si se moja, por lo que hay que tener bastante cuidado. No obstante, la mía se ha mojado en diversas ocasiones y funciona perfectamente.

En situaciones de lluvia, la FZ200 se convierte en una herramienta de lo más útil. Por ser ligera y disponer de muchos botones con los principales controles, además de por su pantalla móvil, es muy fácil de manejar con una sola mano (la otra se ocupa del paraguas).

El versátil zoom nos permite encuadrar desde lejos, cosa que, es condiciones de lluvia, muchas veces se agradece (para ponernos a cubierto, por ejemplo).


Cuando llueve, ocurren estas cosas:
  • Cae agua, y, por lo tanto, nos podemos mojar. Nosotros y la cámara. Hay que asumirlo. Es sí, cuidado con no mojarnos demasiado. La cámara aguanta más de lo que parece, aunque no sea de esas a prueba de mojaduras. Pero hay que tener precaución.
  • Aparecen reflejos por todas partes: en el suelo, en los coches, en las paredes...En fin atentos a los reflejos.
  • Los colores se hacen más intensos, especialmente en los verdes de las plantas y en los suelos, ya sean de tierra o de cemento. Ello da una vida especial a las imágenes.
  • Las calles están más vacías, lo cual da nuevas oportunidades, especialmente en las ciudades.
  • Se forman charcos, puede salir el arco iris, caen muchas hojas de los árboles... Todo ello aumenta las posibilidades.
  • Suele haber menos luz. Cuidado con las fotos movidas. Quizá convenga subir algo el ISO.
Hay que mirar a fondo, tanto lo amplio como el detalle pequeño. Cuando llueve, todo cambia.

Nota: Todas las fotografías están hechas con una Lumix FZ-200.





















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