Ya sabemos que, a grandes rasgos, podemos distinguir entre las cámaras de apuntar y disparar y las más profesionales, o, al menos, para aficionados avanzados, que nos permiten, gracias a sus posibilidades manuales o semiautomáticas, controlar mucho mejor los parámetros de disparo.
En breve, empezaremos una serie de artículos en los que mostraremos cómo, con una cámara automática, podremos conseguir multitud de efectos que parecían reservados a las cámaras con controles manuales. Por ejemplo: estelas, fondos desenfocados, movimientos congelados, uso de flashes externos, HDR, etc. Así que, si sólo dispones de una cámara automática, tranquilo, que, en breve, podrás presumir de fotografías como las el vecino que tiene esa cámara gigante y cara.
En breve, empezaremos una serie de artículos en los que mostraremos cómo, con una cámara automática, podremos conseguir multitud de efectos que parecían reservados a las cámaras con controles manuales. Por ejemplo: estelas, fondos desenfocados, movimientos congelados, uso de flashes externos, HDR, etc. Así que, si sólo dispones de una cámara automática, tranquilo, que, en breve, podrás presumir de fotografías como las el vecino que tiene esa cámara gigante y cara.