Capítulo 1. Manual de iniciación con cámara automática. ¿Acabas de llegar y todo tu equipamiento es una cámara compacta automática? ¿No sabes casi nada de fotografía ni de edición? Tranquilo/a. Este es tu sitio.

Es frecuente encontrarse, de pronto, con una cámara en las manos. Alguien te la ha regalado, o, uno mismo, en un impulso inesperado, se ha ido a la tienda y la ha comprado.

Pero.. ¿y, ahora, qué?. Sabemos que con una cámara se pueden hacer fotos muy buenas, como las del cuñado o el primo, que tienen una cámara muy grande. La mía es pequeña, compacta, según me ha dicho el vendedor, pero, también me ha dicho que es muy buena y que hace de todo. ¿Cómo empiezo?

Primero, vamos a aclarar conceptos. 
Tipos de cámaras.



Primero, aclaremos que, con cualquier cámara se pueden pasar muy buenos ratos y hacer fotos muy interesantes. Eso sí, es necesario entenderla y aprender los conceptos básicos de la fotografía.

En cuanto a cámaras, podemos distinguir varios tipos:

Compactas: En principio, son aquellas a las que no les puede cambiar el objetivo (la lente, para entendernos). Es decir, lleva un objetivo que no se puede quitar. Sí se le pueden añadir lentes superpuestas, para funciones especiales, como poderse acercar más para fotografiar, o para conseguir más acercamiento, o más alejamiento, por ejemplo, pero, su objetivo, siempre está puesto. Es decir, compacta no quiere decir pequeña. Hay cámaras compactas pequeñas y también las hay bastante grandes.


Puente, o bridge: De hecho, son compactas, pero se les ha dado en llamar así porque tienen muchas de las funciones de control de las cámaras réflex (luego hablamos sobre ellas). Es decir, son cámaras compactas pero con un gran control sobre la toma fotográfica.







Réflex: Para entendernos, son las cámaras más grandotas, la del cuñado o el primo. Son de objetivos intercambiables. Es decir: se puede quitar el objetivo y poner otro. Unos objetivos acercan más que otros, algunos son más luminosos, etc. Se llaman réflex porque, en su interior, tienen unos espejos que hacen que la luz que entra por el objetivo rebote en ellos, de manera que es dirigida hacia el visor o hacia el sensor (el sensor es la plaquita que recoge la imagen y la convierte en impulsos eléctricos, para, luego, ser guardad en la tarjeta de memoria).

Cámaras Evil o sin espejo de objetivos intercambiables. Es el tipo más reciente. Son cámaras más pequeñas que las réflex, pero con objetivos intercambiables. No tienen espejo, cosa que no afecta a la calidad de la imagen. Simplemente, son sistemas diferentes de funcionamiento.

Calidad de imagen

La calidad de imagen depende de varios factores, o de muchos, en realidad, pero, principalmente, y, resumiendo mucho, son dos: el sensor y la lente (objetivo; de hecho, los objetivos están formados por varias lentes).

Sensor. El sensor, ya hemos dicho, es el componente que capa la luz. En cierto modo, suple al negativo que usaban las cámaras de carrete (si bien el carrete también guardaba las imágenes, cosa que el sensor no hace: eso lo hace la tarjeta). Hay muchos tipos de sensores, pero, a grosso modo, lo principal es el tamaño. A más grande, más calidad (y más precio). La mayoría de cámaras compactas (incluidas las puente) usan sensores pequeños, y las réflex, más grandes (aunque varias medidas para todos los grupos). Un sensor más grande se traduce en mayor calidad de imagen, especialmente cuando la luz escasea. No obstante hay cámaras compactas con el sensor del tamaño de algunas réflex, y las evil tienen sensores, normalmente, del tamaño de las réflex más básicas, o del sistema micro cuatro tercios, propio de Olympus y Panasonic.
En definitiva, lo normal es que las cámaras compactas usen sensores pequeños, que tienen algunas dificultades cuando hay poca luz, pero ofrecen ciertas ventajas, que veremos después , en el capítulo 2. De todas maneras, pueden conseguir fotografías de mucha calidad. Lo que pasa es que hay que conocer sus puntos débiles.

Objetivos y lentes. Las lentes son muy importantes en la calidad de imagen. La mayoría de fabricantes tiene objetivos de gran calidad, bien por su propia tradición (como Nikon u Olympus) o, bien, porque se han asociado a fabricantes expertos en el tema (como Panasonic y su colaboración con Leika, por ejemplo). Una cosa es la calidad de las lentes en sí, es decir, la nitidez que aportan, la ausencia de deformaciones o de variaciones en los colores, y otra, la luminosidad de los objetivos. Hay objetivos que permiten captar más luz que otros, lo cual favorece el trabajar en situaciones de poca luz. Los objetivos más luminosos suelen ser mucho más caros.

Control fotográfico.

En cuanto a control fotográfico, es decir, en cuanto a las posibilidades que nos ofrece la cámara para manejar los diferentes parámetros,podemos encontrar estas variantes:

Automáticas. Son cámaras que, en principio, ofrecen pocas opciones al fotógrafo, encargándose ellas de calcular los parámetros, tratando de conseguir la mejor fotografía posible adaptándose a la situación en que se esté. Son ideales para aquellos que no tienen ni idea de fotografía, pero no dan tantas opciones de control. Sin embargo, no todas son iguales. La mayoría ofrecen modos de escenas, es decir, ajustes configurados para adaptarse a diferentes situaciones: paisajes, noche, contraluz, retrato...
Además, muchas de estas cámaras permiten algunos controles básicos, como el ISO (sensibilidad) o el balance de blancos (ajustar el tipo de luz). Estas son las cámaras que vamos a tratar en esta serie de artículos. Por tanto, profundizaremos mucho más en su funcionamiento, y veremos que son mucho más capaces de lo que, en principio, pueda parecer.


Manuales. Son las que ofrecen todo tipo de controles manuales para ajustar cada toma de la mejor manera. Permiten un control total de la situación, aunque hay que conocer muy bien la técnica fotográfica, ya que, si no, los resultados pueden ser desastrosos, mucho peores que con una cámara automática. Muchas cámaras manuales incorporan, también, opciones automáticas o semiautomáticas, para facilitar el trabajo a quienes no dominen el trabajo manual.

Las cámaras compactas pueden ser automáticas o manuales (estas últimas, siempre ofrecen , además, opciones automáticas). Las cámaras puente, prácticamente, siempre, son manuales (con opciones automáticas). Las cámaras evil, pueden ser de los dos tipos, y, las réflex, siempre son manuales. Las más baratas incorporan funciones automáticas y, las más caras, o profesionales, sólo con opciones manuales o semiautomáticas.


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