Técnica fotográfica 3. Manual de iniciación con cámara automática. Los modos de escena.

Cuando compramos una cámara digital, frecuentemente, encontramos en ella un botón o rueda con de modos con la leyenda SCENE, o algo parecido. Los fotógrafos avezados suelen ignorar esa posición, pero a los más noveles los suele llenar de entusiasmo. Allí está la tabla de salvación de todo aquél que aspira a tomar grandes fotografías con pequeños conocimientos técnicos. Así, encontramos una serie de iconos que nos invitan a disparar, con éxito, en situaciones tan diversas como un amanecer, un retrato a contraluz o un paisaje nevado, entre muchas otras. Y, todo, con resultados profesionales, tal como indica el manual y nos confirmó el vendedor.




En definitiva, esos modos de escena no son más que configuraciones memorizadas en la cámara que intentan adaptar la exposición, el enfoque, el color y el flash a la escena que se le está indicando al elegir el modo adecuado.

Lista de los modos de escena disponibles en la Nikon Coolpix L-830.

Digamos que, actualmente, todas las cámaras destinadas a un público más o menos aficionado disponen de estos modos de escena, incluso las réflex de clase media-baja. Por supuesto, todas las meramente automáticas, también, siendo, en las más sencillas, la única manera de variar la configuración de la máquina.

Qué cambia en la cámara al elegir los diferentes modos de escena

Eligiendo algún modo de escena, la cámara adopta una configuración adecuada a la situación que le indicamos.
Por ejemplo: si elegimos retrato nocturno, la L-830 (puede ser algo diferente en otros modelos: conviene leer el manual) nos da la opción de con trípode o a mano (sin trípode). Si elegimos a mano, la fotografía se hará con una velocidad moderadamente rápida (tipo 1/30) y un ISO alto. Es decir, le da preferencia a que no quede movida, a costa de perder algo de calidad al subir el ISO, pero, es que, si no tenemos trípode, es la opción más adecuada. Si elegimos con trípode, usará el ISO más bajo y una velocidad bastante baja, tipo medio segundo. Además, activa el flash de manera automática (no hay opción de hacerla sin flash). En estas condiciones, la cámara captará bien el primer plano (la persona retratada) gracias al flash, y el fondo urbano nocturno e iluminado, gracias a la exposición larga o al ISO alto. La idea es buena y suele funcionar, siempre y cuando el retratado esté al alcance del flash.

Otro ejemplo: en el caso de paisaje, la cámara adopta el enfoque a infinito y desactiva el flash. Ambas cosas son correctas y funcionan bien.

En el caso de fuegos artificiales, la cámara enfoca a infinito y pone 4 segundos de exposición (que la verdad, en este caso, pueden quedarse muy cortos para captar las estelas de las fuegos artificiales en el cielo).

En el modo museo, la cámara toma, con ISO alto y sin flash (suele estar prohibido en los museos), hasta 10 fotografías, y, luego, de manera automática, elige la que ha quedado más nítida de entre todas ellas, que, dependiendo de la situación y del temblor del fotógrafo, puede ser que la mejor sea malísima, o al contrario.

En fin, en la mayoría de los casos, la configuración de la cámara funciona correctamente utilizando los modos de escena.

Por qué, a pesar de la existencia de los modos de escena, muchos turistas hacen fotografías tan malas.

Con estas ayudas electrónicas, la verdad es que es bastante fácil hacer fotografías, digámoslo así, correctas. Sin embargo, a pesar de aquella euforia inicial del momento de comprar la cámara, la mayoría de los fotógrafos se olvidan de mirar el manual y de practicar lo suficiente, y, cuando llega el momento de hacer la fotografía, ni se acuerdan de calibrar la cámara al modo de escena adecuado. Es más, ni se sabe cómo se accede al menú. Lo peor es cuando está la cámara configurada en un modo erróneo (está en el modo que se usó haciendo unas pruebas hace dos meses, y nadie la ha variado).

La otra noches, dando una vuelta por una de las zonas turísticas de Barcelona, pude observar, con HORROR, como los turistas no tienen, en general, NI IDEA de qué son los modos de escena.

Por ejemplo: aparece una señora con su cámara automática de color rosa brillante, y sus correspondientes modos de escena (entre lo que, seguro, hay uno llamado paisaje nocturno) y hace una fotografía a una amplia vista del puerto, de noche, bella y tenuemente iluminado. Y veo que se dispara el flash. Ese flash debió llegar a dos o tres metros como máximo, posiblemente quemando totalmente el árbol que tenía allí al lado, consiguiendo una fotografía típica de turista que no se ha leído el manual de la cámara: árbol quemado y paisaje totalmente subexpuesto. Sin duda, tenía la cámara configurada para retrato nocturno o a contraluz, no para paisaje nocturno.

Al poco rato, aparece otro fotógrafo. En este caso, le hace una fotografía a un grupo de dos o tres personas con el mismo escenario de fondo. Esta vez no se dispara el flash. Ahora sí hacía falta. Al llegar a casa, después de las vacaciones, se preguntará por qué sus familiares han salido como meras siluetas. Tenía la cámara configurada para paisaje (en el mejor de los casos), y no para retrato nocturno.

En fin, este tipo de errores son muy frecuentes, y nos impiden sacar el máximo partido de la cámara. Cierto es que no son perfectas y, que por mucho que se esfuercen los fabricantes, siempre va a haber variables impredecibles que pueden hacer que la cosa falle. Pero, al menos, asegurémonos de que estamos haciendo lo correcto o lo más parecido a lo correcto, que, en este caso, es elegir el icono adecuado.

Precauciones con los modos de escena. 

Los problemas al hacer fotografías vendrán, casi siempre, del tipo y cantidad de luz que haya. Si hay poca luz (atardeceres o amaneceres, fotos nocturnas...), es muy prudente usar trípode. Siempre recomendamos llevar uno, aunque sea de esos muy pequeños que podamos apoyar en algún lugar como un banco o en el mismo suelo. Si usamos trípode, hay que usar el disparador automático, para evitar vibraciones en el momento de disparar. Casi todas las cámaras llevan disparador automático con opción de 2 segundos , que nos ahorra tiempo respecto al de 10 segundos.

Fotografía usando el modo de escena paisaje nocturno, usando trípode.
En los modos de fotografía sin flash con exposición larga, pero en los que, normalmente, no usaremos trípode, como en museos, hay que intentar no moverse nada al hacer la fotografía, Por ejemplo, el fallo más frecuente es que, cuando se aprieta el disparador, se mueve toda la mano y el brazo, y, por tanto, la cámara. Hay que mover, exclusivamente, el dedo índice, intentando que la cámara no se mueva en absoluto. Por supuesto, si la cámara tiene estabilizador, ha de estar activado. Y, si tiene visor, es mucho mejor tomar las fotografías mirando por el visor que sujetándo la máquina en el aire, encuadrando por la pantalla, ya que, esta, es una posición muy inestable.

En los modos de escena en los que se usa flash (como el de retrato nocturno o el de contraluz), hay que asegurarse de que el retratado esté dentro del alcance del flash. Si nuestro protagonista se coloca a 20 metros de la cámara, la fotografía es un fracaso asegurado, ya que la luz del flash no llegará a hasta él. En el manual de la cámara pone cuál es el alcance, aproximado, del flash.

Contraluz sin flash, o en el que el flash no ha llegado a su objetivo.

Aquí sí ha actuado, correctamente, el flash.

Puede haber otras situaciones en las que la cámara falle. La más frecuente es la del modo deportes, ya que la cámara intentará usar una velocidad rápida para captar a los atletas nítidos, pero, si no hay luz suficiente, la foto quedará, inevitablemente, movida.

En otras situaciones, como en interiores (en fiestas, especialmente), puede ser que las luces sean extrañas, de colores, por ejemplo, y el resultado final sea más marciano que terráqueo. Son situaciones que escapan al control de una cámara de este tipo.

Fotografía en modo macro.
Usar o no usar los modos de escena

Los modos de escena pueden funcionar bien, y, si no se tienen conocimientos de técnica fotográfica, haciendo caso de estas ideas que hemos dado aquí, se pueden conseguir buenos resultados en la mayoría de ocasiones.

Nuestro consejo es que, mientras llegan los siguientes capítulos de esta serie para principiantes, se usen los modos de escena, a no ser que ya sepamos lo suficiente como para manejar la cámara por nuestra cuenta.

No son la salvación definitiva, pero pueden hacer mucho por nuestras fotografías, al menos, por el momento.














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