Además, siempre hay incertidumbre sobre qué se verá: ¿habrá nubes que taparán al astro esperado? ¿O, aunque las haya, ayudarán a embellecer el momento?
Normalmente, nuestra cámara ya estará preparada minutos antes, y acabaremos de revisar que esté todo en orden: baterías, calidad de imagen, ISO, balance de blancos...
Pero, qué raro: ¡Ya debería haber salido...! ¡Ah, sí...! es que casi no se ve, con la neblina. Ahí está:
f:2.8; v:1/125; ISO:200. Distancia focal: 108 mm. |
Poco a poco, el Sol, que queda detrás de nosotros, va bajando, el cielo se oscurece y la Luna se va dejando ver, cada vez más.
f:2.8; v:1/100; ISO:200. Distancia focal: 45 mm. |
Finalmente, podemos verla asi:
f:2.8; v:1/400; ISO:160. Distancia focal: 1.200 mm. |
Y su reflejo en el mar:
f:2.8; v:1/15; ISO:400. Distancia focal: 46 mm. |
Ya de noche, esta increíble imagen:
f:2.8; v:1/10; ISO:200. Distancia focal: 27mm. Con filtro degradado neutro, para conservar el detalle de la Luna. |
Todas las fotografías están hechas con al Lumix FZ-200, en la playa de Barcelona.