Felicidades. Eso quiere decir que vas muy bien de dinero. Bueno, de hecho, ahora se puede alquilar, lo cual lo hace más llevadero.
Bien, una vez aclarado eso, resulta que hay vida más allá de Photoshop. Por suerte. Porque usar Photoshop requiere un desembolso bastante notable. Desde luego, hay que tener muy claro que ése es el programa que necesitan tus fotografías, porque es para pensárselo. Y más, teniendo en cuenta que hay muchos programas mucho más baratos y que funcionan perfectamente bien.
Dejándonos de ironías, ya sabemos que casi todos los fotógrafos (aficionados o profesionales), usan Photoshop, pero, en realidad, casi ninguno lo ha pagado: O sea, casi todos lo han obtenido de forma alternativa. De hecho, entre todos los usuarios de Photoshop que conozco, que son muchos, sólo conozco a uno que lo ha comprado (vaya amigos tengO, pensará más de uno).
Lo chocante es que, de entre todos esos usuarios, la mayoría tendrían más que de sobras con cualquier otro programa mucho más barato. Es más: algunos se atascan por completo por la complejidad aparente de Photoshop. Es como, en vez de comprarte un utilitario, hacerte una copia del Rolls del vecino y no saber ni hacerlo arrancar.
Y la mayoría de exigentes aficionados podrían hacer excelente trabajos con otros programas si se tomaran la molestia de usarlos,
El caso que es que el gran perjudicado de ese modo alternativo de obtención del programa, a quien perjudica no es a Adobe, pues todos esos usuarios, en realidad, no lo comprarían, si no lo pudiesen obtener. A quien perjudica es a esos otros fabricantes de programas realmente buenos, y que los ofrecen a precios muy razonables, de los que nadie se acuerda porque uno ya tiene la versión gratuita de Photoshop.
Programas como Paint Shop Pro, Photo Zoner Studio o Gimp, merecen que se pague lo que valen. Te lo devuelven con creces (sobre todo, Gimp, que es gratis).
Valga decir que ninguna de las fotografías de esta página han pasado por Photoshop (excepto las pocas de los tutoriales del programa).
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