Fotografías de los alrededores de Dosrius (Barcelona). En esa zona hay un pozo de hielo, del que la primera referencia escrita se tiene de la década de 1770, aunque se sabe que ya existía en el siglo XVII.
Hubo una época de muy bajas temperaturas, y se aprovechaba el hielo que se formaba durante el invierno en una balsa cercana. Cuando el hielo tenía el grosor suficiente, se troceaba y se introducía en el pozo a través de una rampa. Los bloques de hielo se colocaban en diferentes capas, separadas por hojas de helecho o de otras plantas, para evitar que se pegaran.
Cuando se necesitaba hielo en los pueblos, se transportaba en carros, envuelto en paja, y de noche, para evitar las horas de más calor. El hielo podía recorrer centenares de kilómetros.
Durante el siglo XVIII, el hielo de este pozo (llamado "Pozo de Canyamars"), era embarcado en Mataró con destino a Cádiz.
Los campesinos aprovechaban el invierno, de poca actividad agrícola, para trabajar en estos pozos. De hecho, en la zona de Dosrius había tres pozos más.
Se abandonaron a principios del siglo XX.
Hubo una época de muy bajas temperaturas, y se aprovechaba el hielo que se formaba durante el invierno en una balsa cercana. Cuando el hielo tenía el grosor suficiente, se troceaba y se introducía en el pozo a través de una rampa. Los bloques de hielo se colocaban en diferentes capas, separadas por hojas de helecho o de otras plantas, para evitar que se pegaran.
Cuando se necesitaba hielo en los pueblos, se transportaba en carros, envuelto en paja, y de noche, para evitar las horas de más calor. El hielo podía recorrer centenares de kilómetros.
Durante el siglo XVIII, el hielo de este pozo (llamado "Pozo de Canyamars"), era embarcado en Mataró con destino a Cádiz.
Los campesinos aprovechaban el invierno, de poca actividad agrícola, para trabajar en estos pozos. De hecho, en la zona de Dosrius había tres pozos más.
Se abandonaron a principios del siglo XX.